Por Gastón Boco *
Si uno hiciera el ejercicio de preguntarle a cada militante del campo popular si quiere votar para elegir sus candidatos o prefiere que salgan de un acuerdo de cúpulas, arriesgo a decir que la inmensa mayoría se inclinaría por la primera opción. Hagan la prueba entre amigos y conocidos.
La crisis de representación es evidente, en el oficialismo y en el frente opositor. Hay un observable para saber cuándo aparece esta crisis. Cualquier ignoto personaje que se acerca a la política se vuelve competitivo por un cargo electivo. Se animan todos. Porque saben que en el pueblo hay hartazgo. Burlando candidato a Gobernador. Ayer vi carteles en el barrio de Once de Grabois Presidente. Dije: crisis de representación, clavado. Hasta María Eugenia Vidal se anima a coquetear con la candidatura a la Primera Magistratura como supo hacerlo con Enrique Sacco.
Bien, parece que vamos a un escenario de voto atomizado. Tres o cuatro candidatos por frente, hasta Milei tiene interna. Es la época de las internas. Porque ante la crisis de representación cualquiera que llega al 15% se asegura fuerza propia en las cámaras, entra a jugar en primera. Patricia por ejemplo. Andá a bajarla a Patricia. No se baja nadie, por ende ya no hay jefes, es la época del cuentapropismo de la política. Producto de la crisis, claro. Cada cual tiene su PyME, todos ven la oportunidad de hacerla crecer y librarse de ataduras, de jefes políticos a los que ya no soportan.
El anacronismo de creer que hay una Jefa se esfuma cada vez más. Un jefe o una Jefa tienen que garantizar ganar, eso, hoy, no lo puede hacer nadie. Todos y todas necesitan del otro al que detestan. El ejercicio de la tolerancia pragmática.
Cualquier escolar sabe que la lapicera del Presidente se agranda cada día que se acerca al cierre de listas, pedirle a Alberto que se defina es de una ingenuidad asombrosa. Nadie como vidrio, ni Alberto. No se puede subestimar a un hombre que llegó a Presidente de la Nación y del PJ sin una sola unidad básica, si territorio, solo a fuerza de “chamuyo”.
FDT: ¿Pichichi?; ¿Alberto?; ¿Wadito? (¿No está verde?); ¿Sergio? ¿Y si Juega la ex Jefa se bajan todos? Solo preguntas. Ah, cómo dije, se anotó Grabois. Algunos carteles parecidos postulaban a Manzur (Juan XXIII). Siempre está el rebusque de ir por afuera. El Evita y Barrios de pie armaron La Patria de los Comunes, estructura con la que pretenden competir en 19 distritos de La Provincia de Buenos Aires y a dos o tres gobernaciones provinciales. Parece un soplo de aire fresco. Veremos. ¿Y Massa? Atada su suerte a los números que emite Marcos Lavagna, trabaja en silencio, sin prisa y sin pausa, como un orfebre de su futuro. Le queda aún una bala de plata, puede elegir no jugar, como Mauricio en 2011.
Del lado opositor. Nada nuevo bajo el sol. Patricia firme, castrense, no se baja. El amigo Horacio asoma tímido, aún teme perder el favor de Mauricio. A juicio de este escriba, se equivoca. Pide demasiado permiso. Maria Eugenia se anota, se dice que para negociar algo luego. Mauricio, el “cristino” del este lado, juega al naipe tapado. Los radicales, van a jugar el juego que mejor juegan, horadar al PRO lenta pero sostenidamente mientas se foguea la eterna promesa de Lousteau y se ´prueban las bondades a la moda de las neurociencias de Manes. Los radicales aún tienen que esperar. Morales les da ánimo, no tiene mucho más.
Nada será fácil para quien ose agarrar la papa hirviente. Mucho menos para nosotros, simples mortales, ajenos a las agendas de la… “oh, palabrita de moda”, casta.
* Sociólogo

コメント