top of page

Hoy la plaza es nuestra

  • Foto del escritor: prensatiroalblanco
    prensatiroalblanco
  • 19 jun
  • 2 Min. de lectura

Opinión

Por Sol Bay


Hace rato que el movimiento se llenó de gestos sin pueblo.

Nos dejamos seducir por una estética vacía, por la corrección política, por la rosca sin territorio.

Nos alejamos de la calle, del barrio, de los laburantes, de los humildes.

Nos fuimos encerrando en oficinas, en diagnósticos fríos, en peleas internas que no le cambian la vida a nadie.


Y así fue que llegamos hasta acá.

Con Milei en la Rosada, con el hambre otra vez en las mesas, con el pueblo hecho trizas.


Con aciertos y con errores.

Porque sí: hubo errores. Muchos. Serios. Dolorosos.

Negarlos sería una traición.

Pero no vinimos hasta acá para repetirlos.

Vinimos para asumirlos, para corregir, para reconstruir.


Hubo decisiones que nos alejaron.

Hubo compañeros que se perdieron.

Hubo soberbia. Hubo silencio.

Hubo distancia entre la conducción y el pueblo.


Pero también hubo amor.

Hubo conquistas. Hubo justicia social.

Hubo abrazos, escuelas llenas, hospitales vivos, fábricas abiertas, barrios con dignidad.

Hubo patria.

Y cuando hubo patria, fue porque hubo organización, conducción, y un proyecto colectivo de los de abajo.


Hoy, en la marcha, en la plaza, en la calle, esa memoria vuelve.

La mística no se compra ni se inventa.

Se construye con presencia, con cuerpo, con alma.

Es el abrazo con una compañera que no ves hace años.

Es el "vamos a volver" que grita uno, y ya somos miles.


El peronismo no se explica.

Se siente.

Es historia, pero también destino.

Es resistencia, pero también futuro.


Marchamos hoy porque sabemos que hay que volver a las bases.

A la unidad real, no al maquillaje.

A la organización popular, no a las selfies.

A la conducción política, no a los que especulan.


Tenemos que volver.

Pero no de cualquier forma.

Volver con el pueblo. Volver con humildad. Volver con coraje. Volver con convicciones. Volver con justicia.


Y para eso hay que discutir. Hay que decirse las verdades.

Hay que organizar. Hay que militar.

Hay que armar desde abajo, con los que están, con los que nunca se fueron.


Porque aunque duela, aunque moleste, aunque cueste,

nadie construyó más felicidad en este suelo que el peronismo.

Y si alguna vez lo perdimos, fue por olvidarnos de lo más importante:

que el único heredero de Perón y Evita siempre fue el pueblo.


Hoy la plaza es nuestra.

La alegría es nuestra.

La resistencia es nuestra.

Y si aprendemos de nuestros errores,

la victoria también va a ser nuestra.



Porque como dijo Cristina,

los pueblos vencen.

Y como creemos nosotros,

Dios siempre está de este lado .


La patria somos todos .


 
 
 

Comments


bottom of page