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Golpe de Mercado y presión devaluatoria para controlar la administración de los recursos naturales

Foto del escritor: prensatiroalblancoprensatiroalblanco

Por Maximiliano Borches para Tiro al Blanco.


El “Establishment” o “Cirulo Rojo” se comunica a través de presiones económicos tales como intentos de corridas cambiarias, golpes de Mercado y devaluaciones para licuar el salario de los trabajadores y limitar las negociaciones paritarias de los distintos sindicatos. Sin embargo, el objetivo político que persiguen en este año electoral es otro: el control en la administración de los recursos naturales. Todo apunta al segundo gran saqueo histórico de commodities y otros recursos.


El próximo gobierno recibirá terminado, o prácticamente terminado, el gasoducto “Presidente Néstor Kirchner” que facilitará el flujo de gas extraído de suelo nacional para su exportación. Esto, sumado a la cada vez más creciente explotación de litio, petróleo, otros minerales y…ojo….agua dulce….posiciona a la Argentina como un mercado por demás jugoso para multinacionales y estados que hoy disputan el curso geopolítico de los próximos 50 años (léase: Estados Unidos y China)


Este escenario pone en disputa una discusión clave: ¿de qué signo político será el próximo Gobierno que controlará la administración de estos multimillonarios recursos naturales? La respuesta a esa pregunta se conocerá en los próximos meses, y será definitoria para entender si la Argentina entregará como una neocolonia sus recursos (tal como sucedería si accedieran al poder Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, Javier Milei o algún pastiche electoral de éstos), o si responderá con políticas soberanas –o al menos algunas de ellas-, tal como sucedería si volviera a acceder a la Casa Rosada un gobierno peronista de coalición. En concreto: otra vuelta de rosca a la vieja dicotomía entre “patria y colonia”, que atraviesa la totalidad de la historia nacional.


Lo cierto, es que por estos días el fantasma del golpe de Mercado y la devaluación avanza por las calles de la Argentina, azuzado por la Sociedad Rural Argentina, la Asociación Empresaria Argentina (AEA), y otras corporaciones, cuyas referencias políticas encarnan Bullrich, Milei y Larreta.


Hay un golpe de mercado en Argentina que usa al dólar (que al cierre de esta nota marcaba la astronómica cifra de $420 por unidad) para conseguir sus objetivos, a la vez que estamos en presencia de una fuerte presión sobre el mercado cambiario, que busca imponer una devaluación.


El impulso lo llevan adelante –además- prácticamente los mismos sectores que fugaron capitales durante el gobierno macrista/radical/lilito de “Juntos por el Cambio”.


A todo esto, el Gobierno del “Frente de Todos” mantiene su insomnio sordo/mudo, y cada uno de sus principales referentes vuela de manera onírica en sus galaxias de significantes propios, como si fueran figuras pintadas por Marc Chagall.


La respuesta que brinda es una amplia reducción de las retenciones en beneficio de los exportadores que presionan por la devaluación, a través de Frankenstein económicos como el “Dólar Soja” y similares, junto a solapadas medidas de ajuste que encarecen mensualmente el costo del transporte público, como así también mantienen la falta de controles para que el acceso a la comida sana y nutritiva, deje de ser prohibitiva en la mesa de los argentinos.

Días pasados, y con claridad supina, el Papa Francisco explicó en una entrevista para un canal argentino que “el avance de la ultraderecha se frena con justicia social”.





 
 
 

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