En los barrios no conocen a Scott Bessent
- prensatiroalblanco
- 5 oct
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Por Maximiliano Borches
En uno de los últimos intentos de los principales grupos monopólicos de comunicación y del “Círculo Rojo” por sostener al fracasado gobierno de los hermanos Milei, y a tres semanas de las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre próximo, pretenden maquillar a la opinión pública con sonrisas fingidas por el apoyo expresado por la administración Trump, y particularmente, el señalado por el Secretario del Tesoro de ese país, Scott Bessent -un perfecto desconocido por la mayoría de argentinos-. Bessent dijo con claridad: "Vamos a darles una línea de swap, no vamos a poner dinero en la Argentina"
Esto ocurre sin que se conozcan las condiciones impuestas al Estado argentino, y dando un giro aún más profundo en las políticas de sumisión ante la potencia ubicada al norte de América, que el llevado a cabo bajo el rótulo de “relaciones carnales” durante la década menemista. Espejo borroso en el cual Milei pretende (y en el mayor de los casos sueña) con mirarse.
Vivir, una odisea cotidiana
Lo cierto, es que lejos de la calma virtual y el respaldo a un plan económico que ya no da ningún tipo de respuestas y solo sirve para alimentar la timba de unos pocos, vivir se transformó en una odisea cotidiana para millones de compatriotas que no saben como llegar a mitad de mes, a pesar de las mentiras publicadas mes a mes por el INDEC sobre porcentajes de inflación, pobreza e indigencia solo dignos de ciencia ficción.
Desde que asumieron Javier Milei y su hermanísima Karina (relacionada directamente con uno de los casos de corrupción más miserables de la historia nacional: el cobro de coimas por compra del Estado de medicamentos para discapacitados), cerraron en todo el país más de 17 mil pymes de todo tamaño y pequeños talleres, más de un cuarto de millón de argentinos perdieron sus empleos formales, la precarización laboral creció casi un 80%, a la vez que comer, vestirse, pagar un alquiler, viajar en transporte público y contar con salud y educación dignas, es una tarea similar al ingreso con los ojos vendados a la caverna donde se encuentra el Minotauro, esta vez armado con una motosierra.

Tronar el escarmiento
Como si todo esto fuera poco, el primer candidato de la alianza LLA/PRO, José Luis Espert, conocido por su arrogancia, soberbia y repetir hasta el hartazgo (ahora no) el slogan:“cárcel o bala”, enfrenta de manera acelerada su ocaso político (y el de su espacio político), tras quedar directamente relacionado con el narcotraficante argentino Federico “Fred” Machado, preso en el domicilio de su madre en Viedma a la espera de ser extraditado a los Estados Unidos por causas relacionadas con lavado de dinero y fraude, al no poder dar explicaciones de como recibió USD 200 mil por parte de una empresa minera de Machado y radicada en Guatemala, según precisó la justicia de Texas y el propio Bank of América.
En este festival de la distopia, y en nombre de la “libertad”, la comparsa libertaria celebra en su orgía de lamer botas las palmaditas en la espalda de los funcionarios yanquis, que hoy solo tienen a la Argentina de Milei como su principal aliado en la región tras la detención de Jair Bolsonaro por intento de golpe de Estado conta el gobierno de Lula Da Silva.
Mientras tanto, y como sonido inquietante que comienza a escucharse con mayor fuerza en los salones de la Casa Rosada y la Quinta de Olivos, el coro de bramidos populares crece a diario desde los barrios que no conocen a Scott Bessent, con la intención cada vez más decidida de hacer tronar el escarmiento.
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