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El acento del barrio te sale mal

  • Foto del escritor: prensatiroalblanco
    prensatiroalblanco
  • 13 sept
  • 6 Min. de lectura

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Por Maximiliano Borches


La apabullante victoria del peronismo por 14 puntos de diferencia el pasado domingo 7 de septiembre (fecha que ya pasó a la historia como la del día que comenzó el declive de los hermanos Milei), fue el resultado de un exitosa planificación estratégica del gobernador Axel Kicillof, de provincializar las elecciones poniendo el foco en el interés de los bonaerenses, sumado a una extraordinaria participación de los intendentes en sus territorios y la necesidad de un amplio espacio popular de decir: “Basta Milei, hasta acá llegamos”. 

 

El Gobierno nacional no solo quedó groggy tras el demoledor uppercut en la mandíbula que le propinó la realidad del hombre y la mujer de a pie -que poco, o casi nada, tiene que ver con la que presentan los grandes medios de comunicación y los cruces virtuales en redes sociales-, sino que la dimensión de la victoria peronista fue tan contundente que se terminó imponiendo en seis de las ocho secciones y en 104 de los 135 municipios (incluido todo el conurbano, en particular las secciones Primera y Tercera, donde votan poco más de ocho millones de ciudadanos).

 

Un verdadero “fenómeno barrial”, tal como gusta titular al lunático presidente de los argentinos varios de sus posteos en redes, que nada tiene que ver con el barrio donde caminan él y sus funcionarios.

 

La caravana de doscientos metros que protagonizó en Lomas de Zamora que finalizó con repollos volando sobre cabezas de libertarias y con el provocador profesional, José Luis Espert (diputado nacional que encabezará la lista de la alianza LLA/PRO para renovar su banca el 26 de octubre próximo), escapando en moto -sin casco- y abrazado a la cintura del motociclista Damián Rosati, un barra del Club Comunicaciones acusado de intento de homicidio, según reveló el periodista especializado en violencia en el fútbol, Gustavo Grabia; junto al vergonzoso acto de cierre de campaña que protagonizó en Moreno, donde le hubiese encantando sufrir algún tipo de atentado para “justificar” todo el descontrol de su odio y ganar más puntos para la elección que definitivamente le dio la espalda -donde, otra vez, se lucieron barrabravas encapuchados contratados por libertarios para hacer “seguridad”-, dan cuenta de que cada vez que Milei pretende hablar con el acento del barrio, le sale mal.

 

 

Mientras escribo esta nota, escucho este gran tema de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota

 

Octubre, tan lejos y tan cerca

 

El escándalo por el supuesto cobro de coimas por parte de Karina Milei y el clan Menem, que se conoció a partir de audios filtrados (¿por Macri?) del ex director la ANDIS, Diego Spagnuolo, junto a crecientes casos de corrupción que manchan al gobierno (en PAMI, por sobre todo, o IOSFA, la destruida obra social de las fuerzas armadas y de Seguridad federales), terminaron por desangelar a “La Libertad Avanza”, que pretendió en solo un año y medio presentarse como un “gigante”, pero resultó ser uno con pies de barro.

 

En medio del marasmo político que atraviesa el oficialismo, en el que además se les está escapando el dólar (principal caballito de batalla de los libertarios) y cada vez les cuesta más mentir con los surrealistas índices de inflación que mes a mes publica el INDEC, solo resta un mes y medio para las elecciones legislativas nacionales. Comicios que podrían marcar el fin de un Gobierno que pasará a la historia argentina como el más grave error cometido desde que se recuperó, para siempre, la democracia en 1983.


Ocho derrotas libertarias sobre diez elecciones que van del calendario 2025

 

El primer test electoral fue el de Santa Fe, el 13 de abril, en donde se eligieron a los 69 convencionales que trabajan en la reforma de la Constitución y se realizaron las elecciones PASO para cargos municipales y comunales. Triunfó el gobernador Maximiliano Pullaro, cuya fuerza se quedó con el 35% de los votos; el peronismo de Juan Monteverde se ubicó en el segundo lugar, con el 15%, mientras que el candidato libertario Nicolás Mayoraz alcanzó el tercer lugar (14%). Fue la primera participación oficial de LLA, el partido del presidente Javier Milei.

 

El 11 de mayo fue el superdomingo electoral para los gobernadores, por las legislativas en Chaco, Jujuy, Salta y San Luis. En Chaco triunfó la alianza entre la Unión Cívica Radical (UCR), del gobernador Leandro Zdero, y LLA ganó las elecciones, que relegó al segundo puesto a un peronismo que, con sus principales tribus unidas, jugó fuerte detrás de la candidatura del exgobernador Jorge Capitanich, en un escenario de polarización. El frente Chaco Puede + La Libertad Avanza cosechó el 45,2% de los votos, mientras que el espacio justicialista Chaco Merece Más obtuvo un 33,4%. En Jujuy, el frente oficialista Jujuy Crece, del gobernador radical Carlos Sadir, se impuso con un 38,54%, seguido por LLA con el 20,58%. El tercer lugar lo alcanzó, con el 10,60%, el Frente Justicialista.

 

Ese mismo día, en Salta se eligieron 12 senadores y 30 diputados provinciales para el período 2025-2029, además de 121 concejales en casi 25 municipios y 232 convencionales municipales. El oficialismo del gobernador Gustavo Sáenz, obtuvo 11 bancas de senadores y 20 de diputados.

 

La buena noticia para LLA fue el resultado en la capital provincial, en donde los libertarios se quedaron con 6 de las 10 bancas para diputados y la única senaduría en juego. En San Luis ganó la alianza Ahora San Luis, del gobernador Claudio Poggi, con el 40,2% de los votos. En segundo lugar, quedó el Frente Justicialista con el 29,7%, y en tercer lugar se ubicó el partido Tercera Posición con un 27,2%. En este distrito, LLA no pudo constituirse como partido, al atravesar una feroz interna. De esta provincia es el diputado libertario Carlos D’Alessandro que hace dos semanas se alejó del bloque oficial, con duras críticas a la Casa Rosada, para constituir con sus pares el bloque Coherencia, de cuatro integrantes y de raíz libertaria.

 

Una semana más tarde, el 18 de mayo, se realizaron las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires, en donde LLA tuvo su segundo triunfo, aunque esta vez con sello puro, sin alianza. El candidato a legislador porteño Manuel Adorni, vocero presidencial, se impuso con el 30,13% de los votos, seguido de cerca por el postulante de Ahora Buenos Aires (Unión por la Patria), Leandro Santoro, con el 27,35%; mientras la postulante del PRO, Silvia Lospennato, quedó relegada al tercer lugar, con el 15,92%. Y a menos de un mes, en Misiones, LLA cosechó un nuevo revés. El Frente Renovador de la Concordia, del gobernador Hugo Passalacqua, ganó las elecciones con el 29,6% de los votos, el segundo lugar fue para LLA, con el 21,9% de los sufragios, y el tercer lugar quedó para el partido Por La Vida y los Valores, con el 19,1 % de los votos.

 

El 29 de junio fue el turno de Formosa, en donde también se votó para convencionales constituyentes que trabajan en la reforma constitucional. Fue contundente el triunfo del Partido Justicialista, del gobernador Gildo Insfrán, que se quedó con el 67,15% de los votos para diputados provinciales. En el segundo lugar quedó el Frente Amplio Formoseño, con el 20,87% de los votos, mientras que La Libertad Avanza Formosa llegó al 11,13%. Números similares hubo para convencionales constituyentes, donde el PJ sacó 67,25%, mientras que por detrás quedaron el Frente Amplio Formoseño, con el 20,73% de los votos, y LLA con el 11,18%.

 

El 31 de agosto Corrientes fue a las urnas, aunque con la salvedad de que en este distrito se eligió gobernador, por estar desfasado en relación a otras provincias debido a las dos intervenciones federales que atravesó desde 1983. Aquí, oficialismo consolidó su poder porque el radial Juan Pablo Valdés, hermano del actual mandatario Gustavo Valdés, se impuso en primera vuelta con más del 51 % de los votos. Detrás quedaron el peronista Martín “Tincho” Ascúa, con cerca del 20 %; el exgobernador Ricardo Colombi con el 16 % y, en cuarto lugar, Claudio Almirón, de LLA. Desde Balcarce 50 se exploró una alianza pero hubo desinteligencias sobre el armado político, que el mandatario correntino adjudicó al armador libertario Eduardo «Lule» Menem, por lo que la iniciativa naufragó. La Casa Rosada impulsó a Almirón, quien no superó el 10% de los votos.

 

Con este contexto de ocho derrotas sobre diez elecciones llegó el presidente Javier Milei al compromiso electoral de Provincia de Buenos Aires, en donde su fuerza fue superada por 14 puntos por el peronista Axel Kicillof. Desde entonces, el Gobierno ensayó algunas explicaciones y motivos de la derrota pero la ratificación del rumbo económico, como lo señaló el Jefe de Estado la noche en la que admitió el revés, auguran días sin grandes anuncios pero de indudable tensión.







 
 
 

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